La soledad en Navidad

Sin calor navideño y en soledad

La epidemia del siglo XXI: La soledad

Dentro de poco será Navidad, y durante este período no hay nada mejor que estar junto a la familia celebrándola alegremente. Pero, y si no tienes una familia, ¿cómo puedes pasar la Navidad serenamente? Esta es una pregunta cuya respuesta puede parecer bastante obvia: no se puede ser feliz en Navidad si no se tienen personas a las que se quiere y con quienes compartir la alegría. Porque son, precisamente ellas, las que nos calientan el corazón al estar a nuestro lado durante una fiesta tan especial.

Hay muchas personas adultas y ancianas que se dejan morir solas por el desinterés egoísta de sus familiares. Estas personas quedan abandonadas al frío, apagándose poco a poco por dentro. 

Aunque fuera la más cálida de las Natividades, esas personas permanecerán allí, esperando morir de frío; y con “frío” me refiero a soledad, a no sentir el calor de las personas que aman, a la falta de amor por parte de los demás. Esto es lo que, al mirar esas luces encendidas desde la ventana, en los balcones de las otras familias felices, hace que estas personas abandonadas se apaguen, porque, en algún momento, el dolor psíquico aumentará mucho más que el dolor físico. Y no hay nada que provoque un dolor más inmenso que el dolor emocional.

La escasez de plazas en residencias de ancianos y la baja calidad de vida en muchas de ellas agravan el aislamiento, por lo que se requiere aumentar el número de plazas y mejorar la calidad de las existentes, fomentando actividades sociales. 

Solo estar al lado de estas personas, intercambiar unas palabras y reír un poco, son acciones simples que podrían salvarlas. Porque, en algún momento, no podrán encontrar más sentido a su vida y solo verán un camino abierto frente a ellas: el de la muerte, a menos que tengamos esperanza de encontrar a alguien que pueda calentar el corazón de estas personas envueltas en el frío, envueltas en la soledad.

Por Sofía P.